Tras el nacimiento de Core IA School, nuestra escuela especializada en inteligencia artificial, el CEO de Core Networks, José Ignacio Ustaran, ha colaborado con diferentes publicaciones para analizar una realidad incontestable: cómo la IA está transformando, de forma profunda e imparable, el sector de la formación continua.
Como ya comentamos hace unas semanas, Core IA School ha nacido para reforzar y potenciar la experiencia educativa en y con inteligencia artificial. Una experiencia que debe ser cada vez más personalizada y flexible.
Plataformas adaptativas que amoldan el ritmo de la formación; una dificultad equilibrada según la evolución del alumnado; contenidos más personalizados, ricos y dinámicos que se ajustan al perfil del estudiante; asistentes virtuales 24/7…
Son sólo algunas de las realidades que el mercado de la formación continua puede alcanzar con el apoyo de la inteligencia artificial.
Inteligencia artificial para facilitar y flexibilizar la formación continua
En uno de los artículos en los que ha colaborado nuestro CEO se señala algo que resulta tan simple como vital: todos los profesionales que deseen seguir formándose deben tener oportunidades claras y reales, a través de un sistema de formación continua que sea moderno, eficiente y adaptativo.
En Core Networks sabemos muy bien, porque llevamos décadas en este sector, que esta meta presenta desafíos que no pueden obviarse. Es algo que ocurre con la llegada de toda tecnología novedosa, y en el caso de la inteligencia artificial resulta todavía más evidente por la explosión y velocidad a la que se mueve este cambio.
La opacidad de los algoritmos, el uso de datos personales, las cuestiones éticas y morales, la reproducción de sesgos y la deshumanización de la formación son algunos de estos desafíos, y debemos aprender a gestionar la IA de la manera adecuada.
Precisamente por eso, Core IA School nace apostando por una Inteligencia Artificial que sea inclusiva, y que se centre en las personas por encima de todo. Con marcos normativos y pedagógicos que aseguren el control humano, la equidad y la calidad en la educación.
Sólo así esta revolución tecnológica permitirá revolucionar positivamente la formación continua. Algo en lo que estamos trabajando sin descanso.
